Introducción                            
        Como lo he dicho anteriormente, la carta  de Santiago es una carta que golpea fuerte. Nos dice cosas que realmente no nos  gusta escuchar, pero necesitamos escucharlas y responder a ellas si es que  queremos estar bien con Dios.
        Utilizaremos este pasaje como un  TRAMPOLÍN para hablar de dos temas bíblicos importantes...
        Dios Juzgará  Toda Falta de Rectitud e Injusticia
        Leer vs.1-6. Vimos anteriormente en esta  carta que la comunidad cristiana a la cual Santiago dirige sus escritos estaban  siendo oprimidos y perseguidos por gente rica no cristiana. Este pasaje explica  esta opresión más claramente.
        Ellos han vivido una vida de egoísta  avaricia en completa indiferencia de las necesidades de los pobres (vs.2,3a,5a).
        Peor que eso, ellos han utilizado su  poder para explotar a los pobres al no pagarles por su labor (vs.4a), y al  oprimirlos en las cortes (vs.6; 2:6b-7)
        Pero el punto central de este pasaje es  que vendrá un día literal cuando Dios llamará a esta gente para rendir cuentas  por sus acciones y juzgarlos. Al igual que cientos de pasajes bíblicos afirman,  Dios juzgará toda falta de rectitud e injusticia. Santiago habla como un  profeta del Antiguo Testamento (más allá de su propia audiencia) a los  opresores.
        Ellos son inconscientes al hecho que su  avaricia acaparadora está sólo proveyendo la evidencia para su juicio (vs. 3b).  Ellos son como los terneros que están siendo engordados para el matadero  (vs.5b).
        Ellos se sienten seguros en cuanto a no  pagar a sus trabajadores porque no tienen recursos legales humanos pero Dios ha  escuchado sus peticiones y procesará a sus opresores (vs.4b).
        ¿Cómo te hace sentir esta doctrina?  Levanta dos respuestas muy diferentes en la mayoría de las personas.
        Por un lado, la mayoría se siente contento que existan pasajes como este en la Biblia. Aunque no me agrado del juicio de  Dios sobre la gente, esta doctrina es crucial para la integridad moral de la  visión mundial bíblica. Específicamente, responde a la pregunta “¿Cómo puede  existir un Dios amoroso y poderoso donde este tipo de injusticia (HOLOCAUSTO;  PURGAS DE STALIN; YUGOSLAVIA) es tan común?” La respuesta es que Dios va a  llevar esta injusticia a término y juzgará a los que lo han hecho. El hecho  de que ese día no ha llegado aún, no significa que la gente no será llevada a  la justicia; sólo significa que Dios no ha ejecutado su sentencia todavía.
        Por otro lado, la mayoría también nos  sentimos preocupados. Me pregunto “¿Dónde me deja esto a mi?” no soy ni  HITLER ni STALIN, pero no significa que nunca haya hecho trampa o explotado a alguien.  ¿Cómo decide Dios a quién le toca juicio y a quién no?
        Una de las mejores maneras para responder  esta pregunta es estudiar la Pascua original. Los Israelitas fueron  esclavizados y oprimidos por décadas por los Egipcios. Ellos clamaron a Dios  por justicia y, en el momento propicio, Dios les respondió su petición. Esa  noche él estaría enviando un ángel de la muerte para tomar la vida de cada hijo  primogénito egipcio, lo cual debiera convencer al Faraón para que los deje ir.  Esas eran las buenas nuevas para los Israelitas. Pero las malas noticias eran  que el ángel de la muerte tomaría sus hijos también, a no ser que hiciesen las  preparaciones apropiadas. La provisión de Dios era que sacrificaran un cabrito  sin defectos, lo comieran, y desplegaran la prueba de su muerte pintando los  dinteles de las puertas con su sangre. Cuando el ángel de la muerte viera que  este pago prescrito estaba hecho, él pasaría “por sobre” la casa (de ahí el  nombre en inglés “Passover” para la fiesta de la Pascua.)
        Este evento histórico es también una  lección de teología simbólica. Su simbolismo nos enseña tres lecciones  cruciales con respecto al juicio de Dios.
        La amenaza de juicio a los Israelitas  nos enseña que todos los que pecan caen justamente bajo el Juicio de Dios, no  sólo la “gente mala”. Cuando Dios juzga, él debe  juzgar a todos los que han pecado (por ej. él nos juzgará a ti y a mi) a  no ser que sus pecados hayan sido limpiados a través de un  método que él ha prescrito.
        La muerte requerida del cordero sin  defecto era una copia de la muerte de Jesús, cuya vida sin pecado estaba  calificada para morir en nuestro lugar. Es por esto  que Jesús murió durante un día de Pascua, para dejarlo en claro que él era el  cumplimiento del cuadro profético (1Corintios 5:7).
        La orden de comer el cordero y de  desplegar su sangre en el dintel de la puerta simboliza la insistencia de Dios  que debemos recibir en forma personal la muerte de Jesús como el pago por  nuestros pecados. Dios hace esta provisión para  todos nosotros, pero no nos ayuda a no ser que escojamos admitir nuestra  necesidad de ésta y lo recibamos personalmente. El momento en que hacemos esto,  la Biblia dice que estaremos exentos para siempre del juicio de Dios (Romanos  8:1; Juan 5:24).
        Si Dios viniese a juzgar esta noche, a la  medianoche, ¿dónde estarías a las 12:01 a.m.?   ¿Pasaría él “por sobre” ti?
        Los  Cristianos Tienen una Obligación Moral para Expresar La Preocupación por los  Pobres
        ¿Cuál es la aplicación de este pasaje  para aquellos de nosotros que hemos recibido a Cristo? Santiago expone una  explicación en vs.7-11 (cultivar paciencia y resistencia en la adversidad en  vez de descargar tus frustraciones en las demás personas). Pero dado que ya  hemos estudiado estos temas en Santiago, quiero desarrollar otra línea de  aplicación...
        Está claro en este pasaje que el juicio  de Dios se levanta no sólo en contra de los opresores, pero también de parte de  los pobres. Este pasaje es uno de los literalmente cientos de pasajes en la  Biblia que nos enseña que como miembros de la familia de Dios, tenemos una  obligación moral de manifestar su preocupación por los pobres (ver Proverbios  14:31; 29:7). Esto puede ser un mensaje incómodo de escuchar para muchos de  nosotros, pero necesitamos escucharlo.
        Cuando yo hablo de pobres, me refiero a  aquellos que no tienen suficiente alimento, refugio y cuidado médico, y esto no  es debido a faltas propias. El vivir en los suburbios, como la mayoría de  nosotros lo hace, es fácil pensar que la única gente pobre son aquellos que son  flojos, o ser ignorante de cuán extendido es este problema. Considera los  siguientes hechos.
        Un cuarto de la población mundial (más de  1 billón de personas) vive en pobreza desesperada. 12-15 millones de personas  morirán este año de hambruna y enfermedades relacionadas con malnutrición.  Esta figura incluye 35 000 niños cada día,  incluye 50% de todos los niños de América Central antes de que alcancen la edad  de 6 años.
        Los americanos representan sólo el 6% de  la población mundial, pero tienen casi un 50% del ingreso mundial y utilizan un  35% de los recursos mundiales. Como país, comen suficiente comida para  alimentar 1 billón de personas que viven en pobreza desesperada. La mayoría de  los estadounidenses tiene adecuado acceso a cuidado médico, pero el 40% de  todos los latinoamericanos no tienen acceso a ningún tipo de cuidado médico. 
        Por supuesto, existen muchos pobres en EE.UU.  En Columbus' Windsor Terrace, por ejemplo, el hogar promedio (consistente en un  padre con 5 hijos) tiene un ingreso anual de US $3,100.
        Sin embargo los cristianos americanos gastan un  poquito más anualmente en misiones (su mayor forma de ayudar a los pobres) ¡que  lo que gastan en comprar chicle!  Irónicamente, los roles de Santiago 5:1-6 han sido dados vuelta. Como Ron Sider  dice, somos “Cristianos ricos en una era de hambruna”.
        Estos son hechos impactantes, hechos que  normalmente levantan objeciones las cuales debemos pensar...
        “Mucha gente es pobre porque ellos han  hecho decisiones equivocadas.” Verdad. Muchos son pobres por pecados personales  de flojera o abuso de drogas, pero muchos más son pobres por razones fuera de  su control. La gente pobre debe tener una determinación para mejorar sus vidas,  pero también necesitan ayuda.
        “Estos problemas son muy complejos, y  ninguno de ellos será completamente resuelto hasta que Cristo vuelva.” Verdad.  Pero este hecho no nos libera de la responsabilidad de prácticamente y  creativamente manifestar la preocupación de Dios por los pobres hasta que  Cristo vuelva.
        “Tengo una responsabilidad para utilizar  mis recursos para cuidar mi propia familia.” Verdad. Pero el mismo Dios que nos  dice que tenemos esa responsabilidad también nos dice que tenemos una  responsabilidad de expresar su preocupación por los pobres, y la mayoría de  nosotros tenemos los medios para hacer esto.
        “La gente pobre necesita sobre todo el  mensaje del perdón de Cristo.” Verdad. Pero la mayoría de los dos billones de  personas no alcanzadas también viven en la pobreza, así que tendremos que  tratar esta área si queremos que ellos se tomen el evangelio seriamente.
        “Los cristianos en forma individual  debieran ser libres de seguir sus propias conciencias en cómo tratar este  tema.” Verdad, debemos cedernos la libertad de seguir nuestras conciencias y del  llamado de Dios a enfocarnos en nuestro ministerio personal. Pero no es  legalismo decir que todos los cristianos están llamados a ayudar a los pobres  de alguna manera, al igual que no es ser legalista decir que todos los  cristianos están llamados a compartir a Cristo con otros. Además, ¿cuántos de  nosotros podemos realmente decir que nuestra tendencia es colocarnos legalistas  con respecto a estos temas? ¿No es cierto que la mayoría de nosotros (me  incluyo) tenemos la tendencia a ignorar y a bajarle la importancia a esto?
        ¿Qué tipo de cosas pueden hacer todos los  cristianos para representar a Cristo en esta área? Me gustaría sugerir 5 pasos  a tomar.
        Familiarízate con lo que la Biblia  dice acerca de la preocupación de Dios por los pobres.  Un libro de Concordancia  Bíblica Temática te mantendrá ocupado por un largo rato porque existen cientos  de pasajes en este tema. A través de esto, el Espíritu Santo edificará una  convicción personal en nuestros corazones la cual nos motivará para una acción  redentora.
        Adopta una definición bíblica de  “ricos” y “pobres”. Date cuenta quela mayoría de  nosotros somos “ricos” en cuanto a que tenemos mucho más que lo que necesitamos  para sobrevivir (1Timoteo 6:8).  Nada  ayudará más a esta visión que el hecho de visitar los barrios pobres o el  tercer mundo. A través de esto, una abstracción impersonal se convierte en una  concreta y personal (YO EN BRAZIL). Leyendo también es efectivo (PERKINS &  SIDER).
        Comprométete a vivir por debajo de tus  medios y de estar lo más libre de deudas posible.  Podemos aprender a resistir las mentiras de  los comerciales que nos dicen que el tener más cosas nos hará más felices, y  que merecemos tener más dinero sólo porque nos lo podemos permitir. Esto es  necesario no sólo para que podamos ser más libres financieramente, sino que también  para liberar recursos para ayudar a los pobres (Efesios 4:28).
        Da consistentemente y en forma  importante para apoyar ministerio que ayudan a los pobres en el nombre de  Cristo. Tu donación a esta iglesia hace esto al  cooperar con los fondos para misiones en el extranjero (la cual tiene énfasis  en el alivio y el desarrollo de las comunidades así como también en evangelismo  y plantación de iglesia), y en los ministerios de desarrollo de nuestra  comunidad local (PREOCUPACIÓN URBANA & MUCHOS OTROS MINISTERIOS). Más de US  $230,000 se fueron para esta causa. Y por supuesto existen agencias cristianas  las cuales se encargan de estas necesidades.   Y algunos de nosotros seremos guiados por Dios para dar nuestro tiempo y  talentos como un enfoque de ministerio.
        Influye a tus hijos y a otros  cristianos para que hagan lo mismo. Nunca  desestimes la influencia que tiene esto.
        Notas al pie
          Las estadísticas descritas citadas en Ron Sider, Rich Christians in an Age of Hunger (Downers Grove: InterVarsity Press, 1984), pp. 15-49.
          Ralph D. WInter and  Steven C. Hawthorne, ed., Perspectives on  the World Christian Movement (Pasadena: William Carey Library, 1981), p.  816